domingo, 14 de mayo de 2017

Antes de Ti

Antes de ti, todo era gris,
El canvas de mi vida estaba vacío,
Mi historia sin escribir.
Antes de que llegaras no entendía
Lo que era amar a alguien con tu vida.

Pero llegaste tú,
Acortaste las noches e iluminaste los días,
Ahora eres todo lo que veo,
Todo lo que siento,
Mi chispa de valentía

Antes de ti, me preguntaba,
Si el amor de verdad existía,
Ya que conmigo nunca funcionaba.
Si algún día valdría toda la espera,
O si al menos mi corazón se acostumbraría
A pasar mis días de soledad

Pero llegaste tú,
Acortaste las noches e iluminaste los días,
Ahora eres todo lo que veo,
Todo lo que siento,
Mi chispa de valentía

Te conocí y fuiste todo lo que necesitaba,
Me hiciste sentir que flotaba,
Sin despegar los pies de la Tierra,
Todo parecía sacado de una novela de amor
De esas donde las almas gemelas se encuentran por casualidad
De esas donde la espera valía la pena.

Y llegaste tú,
Transformando mi vida,
Haciéndola más colorida,

Logrando que sonriera de la nada

sábado, 18 de febrero de 2017

No se necesita una mitad, cuando uno ya es un ser completo.

"1/2 + 1/2 = ❤"

¡NO!

Entraré otra vez en este tema porque lo siento mucho pero es algo que me sorprende y de lo cual hablaré hasta el día que me muera.
¿Cómo es posible que haya todavía parejas que apliquen esta noción de una relación?

Querido individuo, tú no eres una mitad, no eres un ser incompleto, no necesitas a otra persona para ser feliz, entiéndelo. Eres una persona completa e independiente, así te hizo Dios, el universo, la evolución... como quieras decirle, y tu felicidad depende entera y únicamente de ti, obviamente hay personas que le agregan a esa felicidad un granito de arena, pero tu felicidad es tuya. Tú decides por qué enojarte, entristecerte o por qué ser feliz.

Estar en una relación no debería ser una cuestión sobre encontrar a tu otra mitad, estar en una relación debería ser encontrar alguien con quien compartir ese hermoso todo, galaxia, mundo... ese hermoso enigma que eres, porque desde el momento en que te instalas en el vientre de tu madre, ya eres un sin fin de cosas, tienes un sin fin de posibilidades, y en vez de estar buscando a tu media naranja, deberías dedicarte a consentirte, porque tú eres la naranja completa, para luego encontrar a alguien que quiera pasar el resto de su vida con ese todo que tu eres, pero sin necesitarte completamente para poder existir.

Porque puede que en las películas el que te digan te necesito para respirar, para poder seguir... sí, suena bonito y todo, pero es pura fantasía. No necesitas a nadie, porque tú ya lo eres todo. 

domingo, 12 de febrero de 2017

Melancolía

Por un tiempo estuve huyendo, en ocasiones pretendiendo estar ciega cuando te tenía, no porque te odiara (porque en el fondo, tú y yo sabemos que no es así), ni porque aún estoy molesta contigo (aunque aún lo estoy, definitivamente). Sino porque no quería tener que saludarte y enfrentar la realidad; que la amistad que teníamos (asumiendo que alguna vez fue genuina) no era para siempre. Tener que aceptar que los abrazos, las risas, las fotos, las miradas que comunicaban en qué pensaba el otro, los recuerdos... todo ha desaparecido.

No quería, y no quiero aceptar que después de todo lo que habíamos pasado juntos, al saludarte, en vez de hablar con un amigo, estaba conversando con un extraño, alguien totalmente ajeno a la persona que había conocido como la palma de mi mano.

Así que lo admito, sí estaba huyendo de ti, mi gran amigo. Pero ya ves, no por la razones que crees sino otras muy distintas. Me quería ahorrar la incomodidad, y la melancolía que le seguiría después.

Porque sé que sólo puedes huirle a las cosas por cierto tiempo, antes de tener que afrontarlas, pero hubiese preferido seguir pensando que nuestra amistad era salvable de algún modo antes de darme cuenta de que la verdad, la única cosa que teníamos en común era nuestro constante sentimiento de soledad. Y como eso era lo único que nos unía, cuando encontraste la manera de no sentirte sólo, te diste cuenta de que no me necesitabas más.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Ámate a ti mismo y empezarás a amar la vida

"Todo lo que necesitas quizá no esté delante a ti o a tu alrededor, pero todo lo que necesitas está ciertamente dentro de ti."

Tengo 18 años. Me gusta leer, salir con mis amigos, escuchar música y escribir poesía. Voy a estudiar psicología, porque me parece que no hay suficientes personas capacitadas en este ámbito en mi comunidad. Voy a estudiar psicología porque quiero aprender a interpretar los procesos de la mente, sobre todo la mía.

Voy a contar mi historia, algunos concordarán conmigo, otros me tacharán de ridícula. Pero no me importa mucho, porque este es el tipo de cosas a las que una se enfrenta cuando tiene un blog en el cual pone la mayoría de sus anécdotas y/o pensamientos.

Cuando era pequeña, siempre quería parecerme a alguien más o ser como alguien más, primero, quería ser como una princesa de esas de Disney, luego quería ser como Hannah Montana, una estrella de rock, o una bailarina como alguna que vi en televisión alguna vez, estudiar en Julliard y conseguirme un amor de película.

Ahora me doy cuenta, que no quiero ser nada de eso, me doy cuenta de que yo soy un ser único e individual, que no hay otra persona como yo. Que se parezca a mí tanto físicamente, como en cuestiones de personalidad, que no necesito que alguien me acepte, que solamente tengo que aceptarme a mí misma.

Solía pensar que era necesario que alguien me quisiera, que si me dejaban guindando, no me hablaban o se molestaban conmigo era por algo, ¿pero saben?, me di cuenta de que no necesito aprobación de nadie para ser quién soy, que no soy perfecta y que nadie lo es, y que lo único que puedo hacer al respecto es intentar ser lo mejor que puedo ser cada día. Así es, vivir un día a la vez.

Cuando aprendes a quererte y a valorarte a ti mismo, a comprender que a veces la soledad es necesaria, para encontrarte, ahí es cuando empiezas a triunfar, y todo en la vida se te hace más fácil. Con esto no estoy diciendo que seas egoísta, o que centres sólo en ti mismo. Me refiero a que, si quieres pedir perdón, pídelo por ti, para que no te arrepientas después, si vas a perdonar, hazlo para no guardar rencor en tu corazón, no para que la otra persona regrese a tu vida, si vas a dar, hazlo para sentirte en paz contigo mismo, y si quieres recibir o consentirte, no te sientas culpable, porque te lo mereces.

Es cierto que el mejor amor es el que te hace cambiar y ser mejor, eso nunca lo negaré. Pero tal vez aún no nos hemos puesto a pensar que tal vez ese amor, que te impulsa a ser mejor, no necesariamente tiene que ser el amor hacia otra persona, sino hacia ti mismo: cambias porque tú lo deseas, te propones ser mejor por ti, haces metas para sentirte mejor contigo mismo, y eso nunca va a estar mal.

Se despide por ahora: A.P.M.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Extrañándote

Te extraño cuando el cielo está azul,
te extraño en mis días grises.
Te extraño cuando brilla el Sol,
también cuando la luna ilumina mis noches tristes.

Te extraño en silencios incómodos.
te extraño en explosiones de risa.
Te extraño cuando veo películas malas,
cuando doblo las esquinas de las páginas en mis libros de poesía;
porque alguno de esos versos me recuerda a ti.

Te extraño cuando siento que los amigos me sobran,
en la misma medida en que te extraño cuando me siento sola.
Te extraño cuando me molesto,
estoy feliz o triste.
Te extraño cuando suceden cosas que me hubiese gustado contarte,
Te extraño cuando necesito un consejo a las dos de la mañana.

Te extraño cuando en honor a ti, como helado de chocomenta,
de ese que tanto nos gustaba.
Extraño mandarte mensajes, aún estando en clase,
y extraño las largas llamadas.
Te extraño tanto, que a veces me canso de extrañarte.

Pero, aunque te extraño todos los días,
en todas partes,
a cada instante.
Aunque extrañarte es tan sencillo como respirar,
no me arrepiento de nada.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Hoy escuché tu canción.

Hoy escuché tu canción.
Que hace un año era como un golpe al alma,
un triste recuerdo del dolor que sentí,
el día que te pedí que te alejaras de mí.

Sin embargo este año,
cuando escucho esa canción,
entre otras que me recuerdan a ti,
ya no siento tormentas dentro de mi cabeza,
ya no se me inundan los ojos de tristeza,
ya no me castigo pensando que lloro como estúpida
aunque fui yo la que lo exigí.

Hoy cuando escucho tu canción la tarareo
la canto tranquila como cualquier otra,
esa y todas las que me recuerdan a ti.

A veces sonrío por los recuerdos,
a veces me pregunto que haces en ese momento.
Pero ahora cuando escucho las canciones que me recuerdan a ti,
el cielo sigue siendo azul,
y yo sigo estando feliz.

Tal vez siempre extrañe lo que solíamos ser,
Dios sabe que éramos cómplices dignos de observar,
aún pienso que eres la mejor memoria que pueden atesorar mis recuerdos,
siempre tan inteligente,
tan gracioso,
tan perfecto.
Tal vez por eso solo te tuve por un tiempo,
como cuando pasa una estrella fugaz.

Por eso, hoy cuando escucho tu canción;
aunque destapa mi baúl de los recuerdos,
ya no llora mi alma,
y mi corazón sonríe.

lunes, 10 de octubre de 2016

Gracias.

Gracias por la falsa amistad,
las falsas risas,
los falsos momentos,
gracias por hacerme olvidar que valgo,
aunque sea lo suficiente como para tener mi propia opinión.

Gracias por empujarme hasta mi límite,
por hacer sentir incómodos a mis amigos,
gracias por ser un imbécil,
un doble cara y un hipócrita.

Gracias por ignorarme cada vez que te daba la gana,
por divulgar mis secretos como si fueran nada,
gracias por dejarme plantada,
y luego verme la cara de estúpida.

¿Pensaste que lo iba a dejar pasar?
¿Que volvería después de una semana?
¿O simplemente lo hiciste,
porque querías deshacerte de mí?

De cualquier modo gracias,
porque a pesar de que fue una fachada,
una falacia todo lo que me decías,
promesas falsas que hiciste
con los dedos cruzados detrás de tu espalda.

Porque a pesar de que me abandonaste como si no fuera nada,
por un reducido tiempo,
me hiciste sentir apreciada.